Porqué se desboca un caballo

Porqué se desboca un caballo

Ing. Jorge González Piñón

   Mucha gente se pregunta porque se desboca un caballo o como hacerle para parar un caballo desbocado, donde en muchos de los casos a pesar de jalar la rienda  no se detiene y otros dicen que parecía que entre mas fuerte jalaban  la rienda el caballo se desbocaba más. 

En la mayoría de los casos es porque el caballo se asustó con algún ruido fuerte y desconocido, algún objeto en movimiento, el cual puede ser una bolsa de plástico, alguna lona. A veces con caballos que salen poco de paseo puede ser hasta el ladrido de un perro, el ruido de algún motor de auto o motocicleta y muchas de las veces de ruidos inesperados, que combinados con la falta de entrenamiento del caballo y mala rienda ocasiona que huya por instinto y si el jinete no tiene el conocimiento y experiencia para detenerlo puede causar un accidente serio.

La razón de esto es que el caballo en ese momento está enfocado en huir por su instinto de conservación y el hecho de jalar mas fuerte la rienda  causa dolor en el hocico y eso incrementa su miedo y su deseo de huir, ya que se siente en peligro; de hecho, entre mas fuerte se le jala, mas fuerte corre, ya que el dolor hace que se produzca adrenalina y lo acelera.

El hecho es que en momentos como ese, nadie es capaz de jalar las riendas lo suficientemente fuerte para causar el dolor en la boca del caballo desbocado para hacerlo parar.

Algunos profesionales sugieren que para parar al caballo se empiece a jalar una de las riendas hasta hacer dar un circulo al caballo, que se debe ir haciendo cada vez de menor tamaño hasta pararlo. Esto si las condiciones del lugar lo permiten.

La solución a este problema es buscar preeverlo con la observación, el conocimiento de la psicología del caballo y el entrenamiento adecuado y profesional.

Si  eres observador podrás ver algunos movimientos o signos en tu caballo antes que se asuste, arranque y se desboque.   Uno es que levanta la cabeza  percibiendo  peligro.  Otro signo es que ambas orejas  estén enfocadas   apuntando con mucha atención hacia algún extraño sonido o objeto con un claro nerviosismo y movimiento de el cuerpo y patas que muestra el deseo de huir, por lo que en este momento hay que comunicarse con él haciéndolo moverse por ejemplo en círculos, pasos de costado o ejercicios que conozca y que quiten su atención de aquello que causo su estrés. Esto le quita de la mente el deseo de explotar, por lo que es importante cambiar el deseo de huir por algo positivo como hacer algún  ejercicio de rienda conocido.

Los caballos son animales de presa y por instinto de conservación buscan huir de cualquier estímulo desconocido, primero huyen desconectando cualquier acción racional y una vez lejos se sienten seguros y confortables, pero en el tiempo de huir realizan acciones que ponen en peligro la vida del jinete y la del caballo misma al chocar contra cercas, bardas, brincar arroyos, voladeros,  pasar por caminos o carreteras transitadas etc.

Se debe realizar un programa de entrenamiento para hacerles perder el miedo a los ruidos ú objetos que con seguridad se van a encontrar.  Se debe dedicar con paciencia el tiempo necesario a ir acercando objetos a nuestro caballo, poco a poco, por ejemplo, un fuete con una bolsa amarrada en la punta, primero a distancia e ir avanzando haciendo movimientos suaves y rítmicos, hasta que la bolsa esté junto al caballo y empecemos a acariciar al caballo con el fuete y con la bolsa, y que éste se acostumbre al objeto y comprenda que no representa un peligro.  Esto mismo aplica para ruidos, animales, autos etc.

Ahora lo más importante es tener en cuenta que los caballos deben aprender a parar a través de entrenamiento profesional y no a jalones de rienda.  La rienda no es un freno como el de los autos.  El freno en un caballo está en su cerebro, ya que su cerebro controla sus piernas, por lo que es con su cerebro con el que debemos trabajar.   Jalar las riendas debe ser usado como una señal para detenerse pero no debe ser el mecanismo para parar. 

A los amantes del caballo….  Hasta la próxima.

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