Entrenamiento de potros – Como arrendar un caballo Parte 1

En el lenguaje relacionado al mundo equino y para fines de éste artículo, “Adiestrar a un potro” significa hacerlo diestro o hábil, enseñarle o instruirlo para que pueda desarrollar una actividad de manera equilibrada, obediente y hábil, donde la serie de conocimientos que se le enseñarán podrán ser la base para que posteriormente desempeñe cualquier actividad o deporte ecuestre al que se le vaya a dedicar. Este adiestramiento inicia desde el momento mismo del nacimiento del potro y se realiza durante toda la vida del mismo, donde en cada etapa de su vida se debe tener un programa adecuado en base a sus capacidades físicas y mentales para poder ir desarrollándolo de manera progresiva sin exigirle acciones que lo puedan dañar. Es recomendable que éste adiestramiento sea realizado por profesionales en técnica de doma natural o racional, los cuales conozcan la psicología equina y se basen en la etología equina, que es la ciencia que estudia el comportamiento de los equinos en diferentes situaciones tanto en libertad, confinamiento , entrenamiento, etc. Este conocimiento le permite a dos seres que piensan de tan diferente manera, relacionarse, comunicarse e interactuar para poder realizar actividades donde pareciera que existe un lazo o comunicación mágica.

La idea tradicional equivocada de doma y que ha sido heredada, es que al caballo había que doblegarlo, vencer su voluntad mediante violencia y maltrato, el caballo debía entender quién es el amo. Esto sólo logra tener animales, maltratados y temerosos y que se van haciendo cada vez más insensibles a las ayudas como el freno , la pierna y la espuela y a los que hay que estar poniendo cada vez castigos cada vez más bravos para poder controlarlos . Por otro lado el desarrollar el adiestramiento basado en la comunicación, permite tener caballos dispuestos y contentos de trabajar y aprender y que es la diferencia entre tener un caballo campeón de rienda, charrería, reining, barriles etc. o echarlo a perder por un mal entrenamiento.

Todo el proceso de adiestramiento desde potrillo y toda la vida del caballo se debe dar de manera progresiva y con paciencia, no apurar los tiempos, cada caballo es diferente, por lo que habrá ejercicios y habilidades que podrá aprender muy rápido y otros que le llevará más tiempo, por lo que cada ejercicio debe repetirse las veces que se requiera.

El inicio del adiestramiento es fundamental y se debe dar desde el nacimiento y durante toda su vida, consiste en que el potro acepte nuestra presencia, que permita que se le toque en todo el cuerpo, levantar patas y manos, cepillarlo, que permita ponerle el almartigón, exploraciones veterinarias y manejo del herrador.

Un segundo paso es enseñarle a cabrestear, lo cual es conducir a nuestro caballo con la ayuda de un almartigón y una cuerda jalándolo hacia donde deseamos, enseñándolo a seguirnos con disposición y respetando el espacio que ocupamos, esto es no echándose encima, ni adelantándose ni atrasándose, caminando ligeramente atrás y a un lado, obedeciendo la orden de avanzar y parar.

Posteriormente y ya alrededor de los 18 meses de edad en adelante, es muy útil como base para su adiestramiento, el enseñarle a dar picadero ó cuerda, esto es hacer dar círculos al caballo con una cuerda amarrada al almartigón con las órdenes dadas desde el piso por su entrenador quien permanece al centro del círculo, lo cual ha sido usado por siglos para que el caballo libere el exceso de energía antes de montarlo. Este ejercicio se le debe dar inicialmente para enseñarle a obedecer la orden de avanzar a los diferentes aires de caminar, trotar y galopar a ambas manos ó lados, evitando excederse al hacerlo dar interminables vueltas lo cual lo fortalece físicamente pero mentalmente lo debilita y será un ejercicio que después el caballo no desee realizar. Para evitar esto es suficiente que el potro dé máximo 5 ó 6 vueltas por lado, se da la voz de wooo y se busca que el potro pare y se atrae con la cuerda hacia uno, donde se le permite descansar y se le acaricia, luego se debe dar picadero hacia la mano contraria de la misma forma terminando con la voz de wooo, atrayéndolo y permitiéndole descansar. Con éste sencillo ejercicio se logran varios objetivos importantes, el primero es iniciar la comunicación hombre-caballo, donde el hombre fija su posición como el líder ó alfa de la manada, y donde el caballo acepta ese liderazgo y aprende a obedecer órdenes, y que además buscará estar cerca de su líder pues se le permite descansar y se le acaricia por lo que se siente seguro y confortable, que es lo que por naturaleza busca. En éste ejercicio además aprende balance a trote y galope a ambas manos y se introduce la palabra wooo para enseñarlo a parar con la voz.

Es muy importante enseñarle a estar amarrado y permanecer quieto, esto le enseñará a tener la paciencia necesaria para futuros manejos y aprendizajes. Para lograr que sepa estar amarrado hay que usar un almartigón y cuerda ó jalón irrompibles y sujetarlo a un poste lo suficientemente fuerte para que no importa cómo se jale no se rompa o ceda, ya que de romperse el almartigón, la cuerda o el poste, el potro estaría aprendiendo justo lo opuesto a lo deseado. Es importante que el nudo que se le haga pueda soltarse rápidamente en caso de ser necesario, además se le debe de amarrar siempre alto, arriba del nivel de los ojos para disminuir el riesgo de que se lastime el cuello al jalarse hacia atrás. Esto se debe de hacer de manera gradual, y el tiempo que el caballo este amarrado cada día dependerá del temperamento de cada animal, del clima, instalaciones, sombras etc. así como del criterio del entrenador.

Una vez que tenemos éstas primeras bases del adiestramiento de potros podremos avanzar hacia una etapa posterior que serán ejercicios para poner el sudadero y la montura y su primera monta, tema motivo de la segunda parte de nuestro artículo.

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